La abubilla (Upupa epops) es un ave fascinante que ha ganado mala fama debido al olor de su nido, el cual utiliza como defensa contra sus enemigos. Estas aves suelen anidar en huecos de árboles, aunque también pueden utilizar otros refugios similares.
Características del nido
A diferencia de muchas otras aves, la abubilla no retira los excrementos de su nido. Sin embargo, lo que realmente provoca el desagradable olor es una secreción de la «glándula del obispillo» de los polluelos. Esta sustancia actúa como una defensa química, protegiendo a los jóvenes de posibles depredadores.
Estrategias de defensa
Además del mal olor, los polluelos de abubilla tienen otra táctica defensiva: cuando perciben una amenaza cercana, emiten sonidos que imitan a las serpientes. Este comportamiento asusta a muchos intrusos, proporcionando una capa adicional de protección.
Alimentación
La abubilla tiene una dieta variada que incluye larvas, gusanos, escarabajos, saltamontes, mariposas, hormigas, ciempiés, moscas, arañas, escolopendras y lombrices. Su pico largo y curvo es una herramienta perfecta para excavar y buscar estas presas en el suelo.
Apariencia y vuelo
Esta ave es inconfundible por su llamativo plumaje. Los colores blanco y negro contrastan vivamente con el marrón anaranjado de su cuerpo. La abubilla tiene un vuelo ondulante, caracterizado por frecuentes y bruscos cambios de dirección. En pleno vuelo, muestra un patrón listado en blanco y negro, mientras mantiene su distintivo moño plegado.
La abubilla es un ave notable tanto por su apariencia como por sus ingeniosas estrategias de defensa. Aunque el olor de su nido le ha dado una mala reputación, este mecanismo es crucial para su supervivencia. Además, su comportamiento y dieta diversa la hacen una especie verdaderamente interesante en el reino de las aves.